Misioneros Mormones
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia Mormona o SUD) desde sus comienzos, inició con el mandamiento de Jesucristo a sus discípulos: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. (Mateo 28:19).
La Obra Misional es una parte importante de la Iglesia Mormona y lo ha sido desde su fundación. Hoy en día la mayoría de las personas han visto en las calles o tocando en sus puertas a jóvenes que andan de dos en dos, vestidos muy formalmente, camisas blancas, corbatas y el distintivo principal, una placa negra con letras blancas en su pecho, la cual dice “Elder” o “Hermana” y el apellido del joven arriba del nombre de Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Ellos son los Misioneros Mormones, y su único objetivo es ser discípulos de Jesucristo e invitar a las personas a venir a Cristo a fin de que reciban el Evangelio Restaurado mediante la fe en Jesucristo y su Expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin.
Para cumplir el mandamiento que Jesucristo dio en Mateo 28:19, los hombres jóvenes de la Iglesia Mormona tienen el deber de prepararse espiritual, física y emocionalmente para servir como misioneros de tiempo completo durante dos años. La edad que se ha estipulado para que los varones salgan a la misión es 19 años y para ellos es un mandamiento. Los matrimonios maduros y sin hijos y las mujeres que no se han casado y que han llegado a los 21 años y tienen el deseo de servir, también pueden servir misiones de 1año y medio.
Estos jóvenes misioneros dejan sus hogares, familias, estudios y trabajos para embarcarse completamente en la Obra del Señor, y lo hacen costeando sus propios gastos la mayoría de las veces. Por lo que antes de salir a su misión trabajan y ahorran, o sus padres, familiares o amigos les ayudan económicamente.
Regularmente a los Misioneros Mormones se les llama a servir en otros países, aunque no es una regla, ya que existen casos en los que sirven en su mismo país. Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (o SUD), creemos que el lugar a donde se nos asigne servir es escogido por revelación y es el lugar donde Nuestro Padre Celestial nos necesita.
Ser Misionero Mormón es una experiencia inolvidable, puede ser difícil algunas veces, triste o dura, sin embargo para los que han pasado esta experiencia ha sido la mejor de toda su vida.
sábado, 18 de octubre de 2008
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